

Residencia en 705 Art Group (Kirguistán)
Todos los días el agua subía un poco. Por las noches los hombres y mujeres de la aldea la oían rugir como una bestia hambrienta. De día tenían aún el consuelo de ver la selva protectora extenderse a sus espaldas y arriba, sobre la cresta de la ola, brillar el sol como un extraño pez oblicuo; pero cuando bajaba la noche y todo se confundía en una masa negra, entonces el río roncaba más fuerte. Las canoas cabeceaban sobre el fango fétido y grandes pájaros volaban asustados haci